CON TAN SOLO NUEVE DIAS
La verdad el amor de Dios nunca termina. Hace dos años mi alegría se lleno en demasía, cuando vi que la ilusión de mi vida de nuevo estaba a mi lado, quizás sea difícil de entender. Y hoy deseo que esa alegría que renació nunca se apague, para poder decírtelo a cada instante. Mi vida se reanima al imaginar que mi amor esta allí en tu corazón, no como yo quisiera, pero El Señor así lo planeo; el tiempo nos dará la razón (eso espero), solo deseo que un día en el futuro leas esto con detenimiento, y te des cuenta que el amor que ese día colmo mi corazón no se puede agotar así de fácil, y menos de la forma que surgio, el cual a nadie jamás se lo daré como lo hago contigo.
Hoy, nuevamente y te lo digo de forma sincera, que solo tú eres el motivo de mi existir y de mi lucha constante ante muchas dificultades y sentimientos; que solo cuando te veo reír o corres hacia mí, todo eso pasa al olvido. Y, aun más; recuerdo ese día el cual me di cuenta que mi vida se estaba apagando junto a la tuya, me regalaste una gran enseñanza de amor a la vida, que no importa lo difícil que pueda ser enfrentarse a las adversidades del mundo; tu me dijiste de una forma tan dura que solo se necesita fe y amor, eso lo veía en ti, todos los días que luchabas para que entendiéramos lo hermoso que es vivir con amor y el aferrarse a lo mas deseado. En ese instantes tan difícil de entender tú me lo demostraste y hoy lo sigo admirando.
Imposible de creer que con tan solo nueve días de nuestro tan deseado encuentro, te puedo decir que hoy te sigo amando con la misma intensidad y pasión, como en aquel momento que decidiste abrir los ojos y soltar ese llanto tan anhelado. MI GRAN AMOR gracias doy a Dios por concederme la dicha de ser tu padre y aun mas, en ser tu mi HIJO y de vivir para ser el gran ejemplo que ese día tu fuiste para mi.